La Unión Europea es conocida por tener altos estándares para permitir la entrada a su comunidad de productos cultivados en el extranjero. Estos los aplica a la República Dominicana, su principal exportador de banano y cacao orgánicos, y un país que tiene el mercado europeo como segundo destino de sus frutas y vegetales.
Hace un año la nación logró que se le redujera del 50 al 30 % la frecuencia de controles físicos a sus vainitas verdes, pero sigue con al menos dos productos en observación especial.
En 18 notificaciones registradas en una plataforma digital de la Comisión Europea, entre 2020 y lo que va del 2023, ocho países hicieron observaciones, entre estas algunas que incluyen alertas o rechazos al ingreso a sus territorios de frutas y vegetales cultivados en la República Dominicana por encontrarse niveles elevados de pesticidas.
Diez de estas notificaciones han sido consideradas serias por los países que las emitieron, como una de Alemania, donde se destruyó un envío de berenjenas al determinar que superaban el nivel máximo de plaguicidas permitido para ese mercado. O la emitida por Bélgica, para un cargamento de piñas en las que se encontró residuos de pesticidas sobre el parámetro aceptado.
No obstante, estas notificaciones son inferiores a las que se registraban años atrás, si se comparan con el 2014, cuando hubo más de 25 rechazos, o el 2019, cuando fueron unas 20, de acuerdo con registros del Ministerio de Agricultura dominicano.
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