AP
Estados Unidos
Es una fábula de nuestros tiempos: inversores de poca monta se unen para derribar los codiciosos fondos especulativos de Wall Street a través de las acciones de una aquejada tienda de videojuegos.
Pero la revuelta de inversores en línea implica mucho más. El internet cambia el balance de poder de la sociedad de formas imprevistas. Y las mismas herramientas que dan poder al hombre común — permitiendo que rápidamente se organicen, provoquen a poderosas instituciones y desaten el caos — también pueden dar origen a grupos extremistas, campañas de acoso o la revuelta del 6 de enero en el Capitolio.
En el mundo de mensajes de internet con pseudónimos, las bromas excesivas y la lógica inversa de la pandemia, las revueltas se manifiestan en todas las formas y tamaños, y con todo tipo de objetivos.
La semana pasada dieron pie… Seguir leyendo
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