Usted está enamorado de su pareja y es correspondido, ¿pero sabe qué tipo de amor siente hacia su media naranja? Es que el amor es una fuerza compleja y poderosa que puede asumir distintas características según cada persona y etapa de la vida, según los conocedores de la mente y las emociones humanas.
Según el sociólogo canadiense John Alan Lee (1933-2013), autor del libro ‘Colours of love’ (Los colores del amor), que se convertido en un clásico, existen seis estilos de amor, dependiendo de cómo se manifiesta y expresa el sentimiento, de la personalidad de quien lo experimenta y de cómo se relaciona esa persona con las demás.
Lee es conocido por sus investigaciones académica sobre los aspectos sociológicos y psicológicos del amor y la sexualidad.
“El amor se desarrolla de varias maneras emocionales, cognitivas y sociales”, según la doctora en Psicología Rachel Grieve, profesora e investigadora de la Universidad de Tasmania (en Hobart, Australia), que ha analizado la teoría de “los seis etilos del amor” de Lee, en un reciente artículo.
“Cuando amamos a una persona, sentimos excitación emocional en su presencia y también tenemos un conjunto de pensamientos o cogniciones sobre esa persona”, señala Grieve en su trabajo publicado en la revista de divulgación académica ‘The Conversation’ (https://theconversation.com).
“Por otra parte, nuestras experiencias previas pueden dar forma a nuestras ideas sobre lo que esperamos en las relaciones. Por ejemplo, si creemos en el amor a primera vista, entonces es más probable que lo experimentemos”, apunta Grieve.
Añade que, por otra parte, usamos el amor en muchos contextos diferentes.
“Una persona puede decir que ama a su pareja, a su familia, a su mejor amigo, a su trabajo o incluso a su automóvil. Está usando el término de diferentes maneras que resaltan las diversas dimensiones del amor”, señala esta psicóloga australiana.
Grieve añade que Lee sugirió que existen seis estilos o tipos de amor, aunque cada uno de nosotros no estamos necesariamente ‘encerrados’ en un solo, ya que podemos tener un tipo predominante y algunos elementos de los otros estilos.
“También es probable que el tipo de amor que sentimos hacia nuestro ser querido cambie con el paso del tiempo en función de nuestras experiencias e interacciones”, señala la psicóloga, quien describe así los talantes amorosos identificados por Lee:.
1.- AMOR ROMÁNTICO.
El llamado estilo “Eros” se experimenta como un amor romántico “de cuento de hadas”, en el que la belleza física es importante, la atracción es intensa e inmediata y el amante siente un impulso urgente por profundizar la relación emocional y física con el otro, según la psicóloga australiana.
Estos individuos aman la sensación de estar “perdidamente” enamorados, tienden a ser sucesivamente monógamos, permanecen en una relación mientras que se mantenga fresca y convincente, y luego inician otra relación para volver a experimentar esos mismos sentimientos con alguien nuevo.
2.- AMOR FAMILIAR.
Quienes aman según el también denominado estilo “Storge” tienden a ser estables y comprometidos en sus relaciones, valoran la compañía, la cercanía psicológica y la confianza.
Para estas personas, a quienes Grieve llama ‘stórgicos’, las relaciones amorosas, a veces, pueden surgir de las amistades, por lo que el amor se acerca a la pareja sigilosamente y sus sentimientos son duraderos, manteniéndose a largo plazo.
3.- AMOR LÚDICO.
Las personas de estilo “Ludus” ven el amor como un juego que aspiran a ganar y en el que a menudo participan varios jugadores. Son individuos que se sienten cómodos con el engaño y la manipulación en sus relaciones, tienden a comprometerse poco y suelen ser emocionalmente distantes, según Grieve.
Debido a que los lúdicos están más enfocados en el corto plazo, tienden a dar mayor importancia a las características físicas de su pareja que los otros estilos de amor, y también tienen más probabilidades de involucrarse en aventuras sexuales, señala.
4.- AMOR PRAGMÁTICO.
Quienes siguen el amor de estilo “Pragma” se centran en la practicidad de la relación y utilizan la lógica para determinar su compatibilidad y sus perspectivas futuras.
Esto no significa que apliquen un enfoque sin emociones en sus relaciones, sino que le dan una gran importancia a saber si una pareja potencial será adecuada para satisfacer sus necesidades, por ejemplo sociales o financieras.
Los pragmáticos podrían preguntarse si su futura pareja sería aceptada por familiares y amigos, si se maneja bien con el dinero o es capaz de permanecer tranquila en momentos de estrés, señala.
5.- AMOR MANIÁTICO.
El amor estilo “Manía” es obsesivo y quienes lo aplican tienden a ser emocionalmente dependientes y a necesitar una tranquilidad constante en la relación, señala Grieve.
Indica que quien se caracteriza por un estilo de amor maniático, probablemente experimentará picos de alegría y depresiones, dependiendo de la medida en que su pareja pueda satisfacer sus necesidades. Estas personas suelen ser muy posesivas y pueden tener un problema con los celos, según Grieve.
6.- AMOR DESINTERESADO.
Las personas con un amor estilo “Ágape” o ‘ágapicas’, viven en gran medida un amor desinteresado e incondicional, en el que dan la otra persona y se preocupan por ella y se centran en las necesidades de su pareja.
Son individuos que aman a otro tal y como es, pero que también aprecian especialmente los actos de cuidado y amabilidad que reciben de su pareja, y que, al ser tan aceptantes, tienden a tener niveles muy altos de satisfacción en la relación, según Grieve.
LAS CUATRO PATAS DE LA PAREJA ESTABLE.
“Las relaciones de pareja son la más compleja y enriquecedora de las experiencias vitales que el ser humano puede experimentar. Quien se incorpora a ellas con ánimo de aportar y de aprender se convierte en una persona madura, capaz de alcanzar y disfrutar del amor sinérgico”, señala a Efe el psicólogo clínico y terapeuta de pareja Antoni Bolinches (www.abolinches.com).
Bolinches enumera “las cuatro patas de la estabilidad de la pareja”, que son las cuatro patas de la ‘mesa’ sobre la que debe construirse la convivencia, según explica.
La primera pata de la mesa de la convivencia es el acoplamiento sexual; la segunda es la compatibilidad de caracteres; la tercera es la escala de valores; y la cuarta, el proyecto de vida, señala este psicólogo en su último libro ‘Amor al segundo intento’.
«Sin esas cuatro patas la convivencia de la pareja no funciona” enfatiza Bolinches.
Respecto el modelo de las ‘seis maneras de amar’ descrito por Alan Lee, Bolinches cree que “por ser su autor un sociólogo es más útil para describir los modelos de relación predominantes que para detectar la calidad del vínculo”.
Utilizando la nomenclatura de Lee, Bolinches considera que lo ideal sería que una vez consolidada la relación el amor mantuviera algo del “Eros” inicial e incorporara el “Storge” y el “Pragma”.
“Lo que conviene evitar es el amor “maniático” para llegar a la vejez en un estado de madurez tal que todos podamos disfrutar del “Ágape” de las relaciones plácidas”, concluye el especialista.
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