A José Guillerno y José Armando, hermanos gemelos, los llevaron a chequearse la vista al mes de nacidos. Aunque es necesario que los recién nacidos sean vistos por el oftalmólogo a pocos meses de su llegada al mundo, los prematuros y de parto múltiple deben recibir esa atención con mayor rigurosidad.
Esta fue la recomendación que le hizo la pediatra que recibió a los niños a la madre de éstos. Eso fue palabra de rey para Aimée García. “Todo estaba normal, pero es una visita de revisión y prevención que había que hacer. Desde entonces, los llevo cada vez que tienen su cita, pues es la forma de corregir a tiempo cualquier anomalía que se presente”, dice.
A Karen Luciano, madre de Vilma, no le fue tan bien como a Aimée. No llevó a tiempo a su pequeña a que fuera revisada su salud.
“Cuando la niña tenía como cinco meses noté que su mirada era rara y que tenía una expresión que no me gustaba. Algunas personas me lo decían, pero yo me negaba a creer que podía tener algo malo”, explica la madre. Cuenta que un día decidió buscar respuestas a sus interrogantes y que la llevó donde un especialista. “Ese doctor hasta me dejó entender que yo era una madre irresponsable, porque estaba molesto por yo no haberla llevado antes. Mi niña tenía un problema congénito que todavía hoy a sus cinco años no está resuelto totalmente”, sostiene.
Voz experta
La oftalmóloga pediatra, Yesenia Matos, del Centro Ver Kids, trata el tema. Lo primero que hace es recomendar a los padres llevar a sus hijos a la consulta visual en los primeros meses de vida. “De este manera se les hacen sus exploraciones pediátricas de lugar para saber cómo anda la salud visual.
A partir de aquí, si hay que buscar solución temprana, pues ya hay terreno ganado”, cuenta.
La especialista informa que hay que contemplar también las estructuras oculares en busca de patologías congénitas como cataratas, retinoblastoma o algún tipo de malformación.
“Hay que tener claro que la vista es un sentido importantísimo, puesto que el 80 por ciento de la información y el aprendizaje se realiza a través de la visión. Hay que estar claros que hay casos en que no hay mucho qué hacer, pero en muchos casos hay trastornos de la vista que sí podemos detener, y otros que pueden corregirse a tiempo e impedir problemas mayores”.
Etapa escolar
Para Yesenia Matos siempre es importante observar el comportamiento de los niños con respecto a sus ojos. Hay que ver si presenta mucha sensibilidad a la luz, cómo sigue los objetos con los ojos de manera deficiente, sus movimientos, si tiene enrojecimiento o lagrimeo crónico de los ojos o si tiene una pupila blanca en vez de negra.
“Cualquier duda, cualquier pregunta hay que hacérsela al especialista. Con la vista no se juega, y si se trata de niños, todavía es más delicado. A tiempo cualquier ayuda puede funcionar”, concluye.
YESENIA MATOS
La oftalmóloga insiste en que es vital que se corrija a tiempo cualquier anomalía, y que se eviten problemas mayores que a veces son simples y que por no ser atendidos se vuelven de alto riesgo para los niños.
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