Aunque ya las autoridades francesas decidieron reconstruir la catedral Notre Dame tal y como era antes de su incendio, el pasado mes de abril, hay una propuesta del arquitecto dominicano Lucky Jiménez para trabajar sobre todo en el techo, que no ha sido del todo descartada.
“Junto a Adrian Scarfullery y Johan Miller siempre propuse la restauración tal como estaba, pero con un trabajo de transformación en el techo. Es decir, que si deciden hacerlo, nuestra propuesta está entre las 20 que tienen a tomar en cuenta. Aún no hay un final, ya que hay presión para que se haga una intervención sopesada para darle uso a ese techo”, explica el arquitecto dominicano, quien ha recibido múltiples premios por su trabajo, uno de los últimos en Puerto Vallarta, México, por su proyecto Coral Forest junto a su hijo Adrián.
Sobre cómo surgió la idea de restaurar la famosa iglesia construida en 1163, declarada Patrimonio de la Humanidad, por la Unesco y conocida por la obra “El Jorobado de Notre Dame” y que se levantó en el lugar donde había un templo romano a Júpiter.
Las autoridades de Francia abrieron un concurso para su restauración y un equipo de profesionales dominicanos encabezados por Jiménez, AdriÁn Scarfullery y Johan Miller ha elaborado una propuesta, la cual presentaron oficialmente a un representante del gobierno francés.
“Recibí una llamada del gobierno francés y aquello fue una bendición porque me gusta formar parte de la historia. Notre Dame es una edificación con una antigüedad que te sobrecoge cuando tú llegas a París y cuando uno va desde por aquí lo que quiere es visitar esos grandes monumentos de la humanidad”, sostiene el profesional que ha estado siete veces en la llamada “capital de las luces y del amor”. Esto comenzó en 1163 y terminó como doscientos años después, inclusive, se quemó en el proceso y tuvieron que hacerla de nuevo”, agrega Lucky Jiménez.
Indica que el proyecto que presentaron se concentra en un mundo que exhibe la cristiandad, con la cruz, con piso de cristal y una exhibición del techo quemado. Explica que para lograrlo trabajó en la madrugada, que es cuando le surgen las mejores ideas y, trabajando en 3D notó cómo las imágenes en blanco y negro sugerían los detalles.
Así nació una pila bautismal al fondo del atrio, un techo abierto con un lado de cristal y alerones, donde el visitante que llega siente la presencia del creador. Considera que lo que ha visto ha sido irreverente, porque se está trabajando con la iglesia, que hace tiempo viene abriéndose, es momento de recuperarse y deber ser un lugar de meditación.
La propuesta
“Hemos hecho un trabajo que incluye jardines colgantes, cristales y otros detalles que encajan perfectamente. Planteamos un espacio de meditación que conectara al visitante con la creación, con una cruz colocada encima de todo lo que se quemó”, sostiene.
El proyecto para Notre Dame destaca la madera, cristal, acero inoxidable y titanio, incluye jardines colgantes, una cruz central de cristal que domine el entorno de su techo, colocada en la superficie inferior, presentando los restos del quemado techo anterior. Un espacio abierto como observatorio en busca del creador, hace de la abertura una simbiosis de la libertad con la creación. La cruz central sobre el suelo muestra los restos del techo anterior y los elementos históricos devorados por el incendio, con tres candelabros en representación de los clavos de Cristo.
El arquitecto Lucky Jiménez construyó el Boulevar de la 27 de Febrero, así como la reconstrucción de la avenida Las Américas, la residencia de Sammy Sosa,y fue premiado por el diseño del edificio de Caremax, entre otros.
ENCUENTRO
Experiencia “Para nosotros fue de mucha importancia que nos hayan tomado en cuenta para conocer nuestra propuesta. No era asunto de ganar, sino de estar en la tómbola”, comenta Jiménez sobre la reunión.
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