Diario Libre
EL GUINEAL, San Francisco de Macorís. Erica Gilmour, copropietaria de la compañía canadiense Hummingbird Chocolate, que en los años 2016 y 2017 fue galardonada por la Academia del Chocolate de Londres con medallas de plata y de oro por elaborar la (primera y segunda) mejor barra de chocolate del mundo, visitó el pasado lunes la Reserva Privada El Zorzal, proyecto del que se abastece de cacao orgánico para la elaboración artesanal del alguna vez llamado ‘alimento de los dioses’.
Además de palpar el proceso de siembra, cosecha y procesamiento post-cosecha del cacao de El Zorzal, Gilmour, que vino al país junto a otros 10 chocolateros provenientes de los Estados Unidos de América y de Canadá, conoció el modelo de conservacionismo y producción agrícola de la reserva, creada en el año 2012 como resultado de la tesis doctoral de Charles Kerchrner (PhD en Ciencias Agrícolas), con la que buscaba crear un hábitat para el Zorzal de Bicknell o tordo de Bicknell, un ave migratoria en peligro de extinción que anida en la costa Este estadounidense e inverna en El Caribe y Las Antillas, concentrando su mayor población en los bosques húmedos de la República Dominicana.
“Me encanta la idea de este arquetipo. Es un punto neurálgico en nuestro interés por el cacao que se produce aquí. La idea de combinar conservacionismo y producción es maravillosa”, dijo la empresaria a Diario Libre en su primera visita al área protegida.
El cacao de El Zorzal fue la materia prima que le confirió a Hummingbird Chocolate la medalla de plata como el segundo mejor chocolate del mundo en el año 2016; en 2017 los esposos Gilmour, Drew y Erica, se alzaron con el premio “Golden Bean” (Grano de Oro) con la barra de chocolate Hispaniola, que se cosecha en el municipio de Pimentel de esta provincia.
En ambas ocasiones Hummingbird se sobrepuso a más de 15 chocolateras de prestigio global, entre ellas Akesson’s de Inglaterra, Amedei de Italia y Michel Cluizel de Francia.
Uno de sus aportes más significativos es la venta de bonos de carbono a través del programa Plan Vivo –financiado por la fundación de capital escocés Plan Vivo–, un mecanismo financiero que procura el aprovechamiento del carbono que se produce en áreas colindantes a la reserva que son propiedad legal de pequeños productores.
“No conozco un modelo de esta naturaleza. Éste es el tipo de iniciativa que debemos replicar en todo el mundo”, expuso Gilmour, fascinada por la labor que realiza el universo de trabajadores y organizaciones que operan en la reserva.
En un reportaje publicado por Diario Libre sobre el área en el año 2016, el periodista Marvin del Cid reseñó que los también llamados ‘créditos de carbono’ son un mecanismo internacional de descontaminación que busca reducir las emisiones de dióxido de carbono al medio ambiente; y que son, además, uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global o efecto invernadero.
El modelo de gestión de la Reserva Privada El Zorzal es único en América y descansa en la persona de Sésar Rodríguez, director ejecutivo del Consorcio Ambiental Dominicano (CAD), un ingeniero agrónomo que ha sido reconocido como héroe del conservacionismo a nivel mundialpor el Fondo de las Alianzas para Ecosistemas Críticos (CEPF, por sus siglas en inglés) por su labor en la preservación de áreas críticas de la biodiversidad.
Los actores involucrados en el desarrollo de El Zorzal le atribuyen a Rodríguez, en su calidad de actor local, el éxito operativo de los proyectos que se han iniciado en la reserva y al doctor Charles Kerchrner, que además de demostrar la viabilidad del proyecto en su tesis doctoral en la Universidad de Windsor, colocó el cacao de El Zorzal en el mercado internacional con una sugerente estrategia de mercado para chocolateros artesanales.
“El flujo de inversionistas y visitantes que ustedes pueden apreciar aquí no fue fácil captarlo. Cuando empezamos nos vimos en la necesidad de costear viajes a delegaciones completas de distintos países para que vinieran a conocer la dinámica de este modelo de desarrollo y gestión de la reserva. Actualmente el panorama es distinto. Hoy tenemos una delegación de 10 chocolateros de Estados Unidos y Canadá. Hace una semana recibimos una delegación de 17 chocolateros de otros confines del mundo. En ese grupo nos visitaron desde China, Australia y Hawái”, contó Rodríguez a Diario Libre.
Hasta el 2016 República Dominicana era el más importante exportador de cacao orgánico del mundo y el noveno mayor exportador de granos de cacao convencional (o industrial) del mismo ranking. Para la fecha, en el país sólo se procesaba cerca del 4% del cacao bruto que se exportaba.
Hasta octubre del año 2017 el país logró exportar 69 mil toneladas del fruto hacia los mercados internacionales por un valor de 214 millones de dólares estadounidenses, unos 10,575,880,000 de pesos, de acuerdo a datos ofrecidos entonces por extitular del Ministerio de Agricultura, Ángel Estévez.
De las 13,478,638 tareas destinadas a la agricultura en República Dominicana, 2,436,185 tareas (un 18 %) están dedicadas al cacao. Así lo reseñó el periódico El Dinero el pasado 11 de junio en su portal digital. El reporte señala a la provincia Duarte como la mayor productora del fruto por poseer 943,349 tareas cultivadas.
El valor nutritivo de la semilla del cacao descansa en sus grasas (24 %) y sus hidratos de carbono (47.3 %), generalmente.
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