Las fuerzas rusas lanzaron al menos 60 misiles en Ucrania el viernes, dijeron las autoridades, y se registraron explosiones en Kiev y al menos otras tres ciudades. El ataque a un edificio residencial en el centro del país causó al menos dos muertes, y se buscaban sobrevivientes.
Los servicios de agua y electricidad estaban suspendidos en la capital y en la segunda ciudad más grande, Járkiv. Miles de personas se refugiaron en estaciones del metro durante el bombardeo.
La municipalidad de Kiev dijo que la capital había soportado “uno de los mayores ataques con cohetes desde que las fuerzas rusas invadieron Ucrania hace casi 10 meses. Añadió que la defensa antiaérea derribó 37 de “unos 40” misiles que penetraron en el espacio aéreo de la ciudad. Una persona resultó herida.
Estampidos sordos de la defensa antiaérea resonaron en todo el país, y las autoridades reportaron en redes sociales explosiones y ataques de misiles en la ciudad, así como en Kryvyi Rih, Zaporiyia y Járkiv. Las alarmas sonaron en todo el país para advertir de un nuevo bombardeo ruso, como los que se suceden intermitentemente desde mediados de octubre.
El vocero de la fuerza aérea ucraniana. Yurii Inhat, dijo que los rusos habían lanzado unos 60 misiles, de los cuales el ejército ucraniano logró interceptar una cantidad no especificada.
Inhat dijo que los rusos lanzaron misiles de crucero desde emplazamientos en el Mar Negro y utilizaron aviones bombarderos “para distraer la atención de la defensa antiaérea, manteniéndola en tensión”.
En el sitio de un intento de ataque en Kiev, comandantes militares dijeron a The Associated Press que la unidad de defensa móvil logró inesperadamente —casi insólitamente— derribar un misil crucero con una ametralladora.
El jefe de un puesto militar, identificado como “Yevhen”, dijo que el ametralladorista “reaccionó rápidamente”, disparó, y chispas verdes saltaron del cohete que empezó a girar y cayó al suelo.
En la víspera, la cancillería rusa advirtió que si Estados Unidos envía misiles antiaéreos Patriot a Ucrania, esos sistemas y sus operadores serán blancos legítimos del ejército ruso. Washington rechazó la amenaza.
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