Más adelante, cuando hayamos avanzado en el manejo de la educación superior virtual, tenemos que definir cuál es el tipo de profesionales que demanda la nueva sociedad.
Nuevas y más cortas carreras técnicas, maestrías o de grado, se impondrán necesariamente, porque los actuales esquemas curriculares están siendo batidos por la modernidad.
En la medida en que la tecnología arrope la mayoría de nuestras actividades productivas y educativas, las universidades y los institutos tecnológicos o vocacionales tendrán que acomodarse a esas realidades.
Por eso es importante que, tanto a nivel de la educación superior como básica, que asumen masivamente la educación a distancia, a causa de la pandemia, estas prioridades estén claras entre los que dirigen el sistema.
El país demandará más personas capacitadas para operar y trasmitir conocimientos de estas tecnologías, algunas de las cuales, de hecho, ya están en uso en la medicina, la ingeniería, la industria y en innumerables operaciones financieras y de negocios.
Muchas carreras convencionales de hoy están entrando en desfase y esto lo saben bien las autoridades universitarias.
Lo que procede es que definamos cuáles nuevos oficios, afincados en la tecnología, son los que se abrirán paso en el futuro de corto plazo y preparamos para formar a los profesionales y técnicos que la misma sociedad reclamará.
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