Santiago. El Programa Cultivando Agua Buena, que permitió un pacto por la microcuenca del arroyo Gurabo, ha logrado el rescate de 20 nacientes y el ordenamiento de la minería de ámbar en una amplia zona de la cordillera Septentrional.
Los datos fueron ofrecidos durante la celebración del cuarto aniversario de la firma del acuerdo, ocasión en que fue develizada una placa con la que identifican el árbol “Cabirma”, plantado por el teólogo brasileño Leonardo Boff. La actividad se desarrolló en las instalaciones del parque ecológico del Café en la Cumbre.
Saúl Abreu, director ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo Incorporada (Apedi, recordó que el proyecto inició hace cinco años con la evaluación de la zona y culminó con la firma del pacto de las aguas, encabezada por directivos de varias entidades que se responsabilizaron de tomar acciones en favor del medio ambiente.
Dijo que con el rescate de los nacientes también implementaron un plan de reforestación y han trabajado con los pequeños productores, estableciendo plantaciones sobre todo de cacao. Con el ordenamiento de la minería del ámbar, Abreu informó que han logrado eliminar la intervención de vehículos pesados, que era la práctica habitual en la cordillera, específicamente en La Cumbre. Aunque apenas hay diez mineros, es mucha la gente involucradas en el sector.
Linet Toribio, encargada técnica del programa Cultivando Agua Buena del Ministerio de Energía y Mina, dijo que desde que iniciaron la implementación en la zona los cambios han sido trascendentales. Dijo que con apoyo de Fondo Agua han extendido el programa a comunidades La Cumbre y Palo Quemado y que la idea es propagarla en toda la cordillera.
En la zona también han construido locales comunitarios y reparación de viviendas a familias de escasos recursos económicos. En el encuentro estuvo la directora provincial de Medio Ambiente, Aura Espaillat, quien destacó la importancia de trabajar en la preservación de los recursos naturales.
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