El confinamiento en casa para evitar la propagación del nuevo coronavirus pone a prueba la paciencia y “el amor” de las parejas que ahora permanecen más tiempo juntas de lo acostumbrado.
Si las clases de formación humana señalan que las personas se casan –o se juntan- para vivir en pareja, formar una familia y disfrutar de esa vida en convivencia, ¿por qué se presentan problemas justo en situaciones como las que vivimos hoy, que demandan más compromiso y comprensión?
“Porque la idea en sí misma no hace el trabajo. El amor solo no hace magia. La convivencia requiere de un esfuerzo permanente para conocerse y conocer. Aceptar, tolerar, conciliar intereses y posiciones. Definir objetivos en orden a sexualidad (inteligencia erótica), economía (libertad financiera), comunicación (intimidad) y reciprocidad (espiritualidad)”, explica el psicólogo clínico Mario Minaya.
Es, opina el terapeuta familiar y de pareja, “un compromiso mutuo de estar juntos para siempre viviendo cada día”.
Clara y Julián, que viven en pareja desde hace cinco años y tienen dos hijos en común, aseguran que con más tiempo para compartir, planificar el futuro, resolver situaciones y dedicar tiempo de calidad a los pequeños, ni ellos mismos entienden por qué discuten y se llevan peor ahora que pasan más tiempo juntos.
Ante situaciones como estas, Minaya responde: “La calidad de la relación es conocida en momentos de crisis, sale lo mejor y lo peor de ella. Muchas parejas postergan, se distraen para no enfrentar situaciones a tiempo, en el momento y con los recursos adecuados. Esperan milagros, que algo o alguien más ayude a definir y resolver”.
En las parejas con mejor pronóstico, “los integrantes se manejan con madurez, poseen conciencia, recibieron buena crianza, están sanos de mente y cuerpo, viven en base a valores”, dice el psicólogo.
¿QUÉ HACER?
Dado que los servicios profesionales están limitados debido a la cuarentena, Minaya ofrece a las parejas algunas recomendaciones para mejorar o mantener una relación armónica:
-“Baño de María” para manejarse durante la crisis, ni hervir ni dejar enfriar. No es el mejor momento para querer resolver dificultades de mucho tiempo.
-Vivir el día a día. Planificar en base a lo real involucrando a todos los miembros, crear hábitos familiares de ocio, alimentación, higiene, estudio, convivencia, horarios…
-Hay profesionales e instituciones en línea que están ofreciendo servicios, hacer un listado con especialidad y condiciones.
-Aun en casa hay espacio para el autocuidado, turnarse en el manejo de situaciones, los hijos.
-Ser creativos para la ternura, el cariño, la lujuria y el deseo.
-Visualizar el futuro con esperanza.
DE INTERÉS
Ejemplo. Sobre la forma en que los problemas de la pareja afectan a los hijos, Minaya explica que “los hijos requieren lo mejor de nosotros trabajando para el equipo. Aprenden por osmosis, si se sienten amados y seguros crecen blindados para manejarse en sociedad”.
Cifras. Del 19 de marzo al 1 de abril, 813 denuncias de maltrato fueron recibidas a través de la Línea Vida y las 25 Unidades de Atención Integral a la Violencia de Género distribuidas en el territorio dominicano.
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