
Pablo Iglesias, que en 2014 se convirtió en una esperanza para la izquierda española en plena crisis económica, y llegó a ser vicepresidente del Gobierno, abandona la política activa, al considerarse un ‘chivo expiatorio’, que movilizó a la derecha en las elecciones regionales de Madrid y facilitó su triunfo.
‘Cuando uno no es útil tiene que saber retirarse’, dijo en la noche del martes el secretario general de Podemos, tras conocer los resultados en los comicios regionales de Madrid, a los que se presentó para intentar impulsar a su partido y frenar a la derecha.
Para ello, Iglesias (Madrid, 1978) abandonó su puesto como vicepresidente segundo en el Gobierno de coalición español, presidido por el socialista Pedro Sánchez. ‘Un militante debe estar allí donde es más útil en… Seguir leyendo
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