Nueva York.– La ciudad de Nueva York quedará a partir de las 11 de la noche hora local (03:00 GMT) y hasta las cinco de la mañana bajo toque de queda, algo que no ocurría en toda la ciudad desde los disturbios de Harlem de 1943, también ocasionados por motivos raciales.
No obstante, este toque de queda se da tras cuatro días seguidos de protestas, altercados con la policía y saqueos nocturnos en el corazón de Manhattan por la muerte en custodia policial el pasado 25 de mayo de George Floyd en Mineápolis (Minesota).
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, que hasta hace dos días se resistía a la medida que otras ciudades del país ya han tomado para devolver el orden, desplegará 4.000 policías más, para un total de 8.000, y prohíbe hasta las 5 de la mañana, hora local , todo movimiento no esencial.
En agosto de 1943 se tomó una medida similar después de que se extendiera el rumor de que un policía blanco había matado de un tiro a un soldado afroamericano.
La tensiones raciales ya existentes entonces estallaron y desembocaron en disturbios y el saqueo de más de mil negocios en el barrio de Harlem.
El alcalde en aquel momento, Fiorello La Guardia, ordenó el despliegue de varios miles de policías, que abordaron a los saqueadores, mataron a cinco personas y cargaron el cielo estival de Nueva York de tiros al aire.
Más recientemente, en 1988, la policía de la ciudad impuso un toque de queda parcial en el parque de Tompkins Square después de una noche protesta y enfrentamientos con la policía por la orden de demoler viviendas y desplazar a los vecinos.
Como ha ocurrido varias veces en la historia de Estados Unidos, la desigualdad racial y económica también están detrás de los últimos disturbios que en la ciudad de Nueva York ya han dejado más de 700 detenidos y heridos entre los manifestantes y en la policía.
Pero los peores disturbios que probablemente ha vivido la ciudad de Nueva York ocurrieron en 1863, pocos meses después de que el presidente Abraham Lincoln firmara la Proclamación de Emancipación que daba sustento legal a la libertad de más de tres millones de esclavos negros en Estados Unidos.
Miles de blancos de las clases más pobres de Nueva York (muchos de ellos irlandeses) se lanzaron en protesta por tener que enlistarse en defensa de la Unión y de la libertad de los negros.
Los afroamericanos fueron el objetivo de los ataques y cientos fueron asesinados brutalmente en las calles de la ciudad.
De nuevo, los motivos raciales estuvieron detrás de uno de los disturbios más crueles y sangrientos de la historia de Estados Unidos. EFE
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