Jubilosos, los marroquíes salieron a las calles de esta capital y de varias ciudades, incluso en Europa, para festejar el martes la victoria histórica de la selección de fútbol de su país sobre España en el Mundial.
Agitando banderas y haciendo sonar las bocinas de sus vehículos, los aficionados celebraron la victoria de los Leones del Atlas por penales, que convirtió a Marruecos en el único equipo no europeo o sudamericano en llegar a los cuartos de final en Qatar.
Nunca antes una selección árabe se había colado en la fase de los ocho mejores en una Copa del Mundo.
“Estamos muy orgullosos de nuestros Leones, que pelearon duro para llevarnos a los cuartos de final”, dijo Niama Meddoun, residente en Rabat. “Estamos encantados hoy de ser marroquíes, dado que somos el primer país árabe que ha llegado a los cuartos de final”.
El rey Mohamed VI de Marruecos elogió a la selección nacional y envió sus “sentidas felicitaciones” a los futbolistas, el cuerpo técnico y el personal administrativo, “que dieron todo y trazaron un camino en este gran evento deportivo”, de acuerdo con un comunicado del palacio real.
El monarca dijo que los jugadores representaron las “esperanzas y los sueños de los marroquíes, ya sea en Marruecos, Qatar o en cualquier otro lugar del mundo”.
Marruecos es el único país árabe o africano que sigue en carrera dentro del primer Mundial de la historia que se ha realizado en Medio Oriente Su éxito ha resonado en todo el mundo árabe, así como entre los marroquíes y otras comunidades inmigrantes en Europa.
En Barcelona, la segunda ciudad más grande de España, una multitud de jóvenes agitó banderas marroquíes, egipcias, argelinas y palestinas en el centro. Ahí, los seguidores del Barcelona suelen festejar las grandes victorias.
La multitud bailó con el sonido de los tambores, mientras algunos asistentes encendían bengalas.
En un restaurante de Barcelona, donde los clientes se habían congregado, la gente saltó encima de las mesas y levantó las sillas en alto. Afuera, se escucharon las bocinas de los automóviles y la gente encendió petardos y bombas de humo verde y rojo.
Youssef Lotfi, trabajador de la construcción de 39 años, nació en Casablanca pero se mudó a España siendo niño. Dijo que siente amor por ambos países, pero festejaba orgulloso.
“Hoy es un día de alegría para los marroquíes y todos en el mundo árabe”, dijo Lotfi. “Fue un final de infarto que pudo haber favorecido a cualquiera”.
Consideró que la victoria fue una experiencia “única en la vida”.
“Marruecos representa a todo el mundo árabe, a todo el continente africano. Esto es indescriptible, es la parte más gloriosa”, comentó.
En Ceuta, el enclave español que colinda con Marruecos en la costa septentrional africana, la victoria generó también festejos. La población de Ceuta es una mezcla de españoles, residentes marroquíes y trabajadores.
“¡Qué orgullo! ¡Qué felicidad! Ahora, a festejar con los amigos. Me he quedado sin voz”, dijo Ismael Mustafá, de 20 años. “Fuimos capaces de liquidar esto. ¿Qué hay de España? Seguro ganará la próxima vez, así que no debe preocuparse”.
Las celebraciones en toda España, donde hay unos 800.000 residentes marroquíes, fueron en su mayoría pacíficas. Algunos medios españoles dieron cuenta de una breve riña entre aficionados marroquíes y españoles en un bar de la ciudad meridional de Huelva.
No se reportaron lesionados ni arrestos.
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