Dice que Cristo ha hecho una obra con él. Señala que desde hace cinco años comenzó a alejarse del pecado
Este es otro Manny Ramírez. Sus palabras ponen de manifiesto a una persona totalmente diferente, consciente de sus errores y entregada por completo a servirle al Señor.
Durante años era de corto discurso, pero ahora las palabras abundan como caudal de río poderoso. “Déjame decirte que nosotros venimos de una familia bien católica. Siempre me llevaban a la iglesia todos los domingos, pero eso era como una rutina porque realmente no conocimos al Señor. Íbamos a la iglesia los domingos, pero ya ese mismo domingo vivíamos como demonios. Pero yo sí te puedo decir que yo en ningún momento estuve buscando al Señor, el Señor fue que me encontró a mí”, dijo el dominicano en una amplia entrevista en vivo por la Instagram.
El Ramírez de hoy día comenzó a sentir el llamado cuando llegaron sus problemas con esteroides.
“Ya cuando llegaron las suspensiones en los Dodgers, ya cuando tuve ese problema con mi esposa y esas cosas, la esposa mía (Juliana) me invitó a una iglesia, yo comencé a ir a unos grupos bíblicos y esas cosas y veía que era bueno, pero todavía no entendía porque seguía yéndome para el mundo”, comentó uno de los mejores bateadores en los registros de las Mayores, dueño de 555 jonrones y un promedio de bateo de .312, 547 dobles y 1,831 remolcadas entre otros logros, en su prontuario de 19 años en MLB.
“No había nacido de nuevo, nunca conocí al Señor”, continuó relatando Manny, “hasta cuando realmente empecé a ir a una iglesia bautista que me la recomendaron porque yo siempre he tenido esa hambre de conocer al Señor, que yo quería conocer al Señor, pero no era salvo, pero ya el Señor estaba trabajando en mi corazón, poniendo esa hambre, a yo comenzar a ir a su estudio, a conocer más la palabra, entonces pum, ahí viene el Señor y me salva”.
Es en 2015 cuando el 12 veces elegido al Juego de Estrellas comienza un cambio que no ha parado hasta hoy. “Como cinco años atrás ya comienzo como a alejarme más del pecado, comienzo a alejarme más, comienzo a ver esa obra en mi, que hasta mi esposa se dio cuenta, me dijo ´¡wow!´”, dijo el otrora jardinero de Cleveland, Boston, Dodgers, Medias Blancas y Rays de Tampa.
Manny fue suspendido en 2009 por 50 partidos y 2011 por 100 juegos debido al consumo de esteroides. El dominicano no esconde sus errores y entiende que ahora es mejor persona tras atravesar duros momentos.
“El pecado nos ciega”, dijo de entrada, “pero ahora que estoy en Cristo yo veo que todas esas cosas Dios las usó para bien. Todos esos errores y todas esas malas decisiones que yo tuve, Cristo las usó para bien. Cristo usos esos medios para que yo pueda venir y rendirme a sus pies porque si no hubiese sido así quizás yo hubiese caído en vicios, quizás habría perdido mis hijos, como muchos que han perdido sus hijos. Entonces me siento agradecido”, agregó.
Sobre su posible entrada al Salón de la Fama
Manny quisiera ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown. Pero no parece que pierde el sueño por eso. “Me gustaría entrar si votan por mí, pero me siento mejor porque estoy en el libro de la vida”, dijo Ramírez mientras sostenía una Biblia, texto que estudia a plenitud y prueba de ello son los pasajes que recitó durante la entrevista. “Esto es algo que es eterno. El Salón de la Fama es temporal. Todo en este mundo pasa. Y la Biblia dice de qué le vale al hombre ganar todo el mundo y que su alma se pierda. Al cielo tú no vas a entrar con tus 500 jonrones, con tus 700 jonrones. Tú nada más puedes entrar al cielo con la justicia de Cristo”, manifestó con un tono muy calmado.
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