La cumbre de líderes del G20, que tendrá lugar el 15 y 16 de noviembre en Bali, se celebrará en un contexto con reminiscencias de la guerra fría por las divisiones ante el conflicto ucraniano y el pulso de poder entre China y EE.UU., cuyos dirigentes se reunirán en la isla por primera vez.
La reunión de los líderes del grupo (formado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, EE.UU., Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea) sirve de guinda final de la presidencia anual de Indonesia en un año de desasosiego.
El país anfitrión no ha cejado en su empeño de crear un foro de diálogo integrador pese a las divisiones, y el éxito o fracaso del encuentro del G20, creado inicialmente en 2008 para tratar la coyuntura económica pero que fue incluyendo discusiones políticas después, dependerá en parte de si fluyen o no las conversaciones.
Estas serán algunas de las principales claves geopolíticas de una cumbre que se celebra en medio de otras dos reuniones de alto nivel en la región, la de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, 10-13 de noviembre en Nom Pem), y la de la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, 18-19 de noviembre en Bangkok).
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