Desde la década de los años 80, el mundo le ha dado la bienvenida a la nueva generación de niños llamados “Los millennials”, esos que desde pequeños manejan a la perfección los teléfonos celulares y los que sorprenden con su ‘‘habilidades digitales’’.
Estos niños naturalmente nacen inmersos en la tecnología, lo que obliga a los padres a enseñarles su buen uso. Contactamos a la educadora Rosario Ramírez, quien nos explicó que el uso de la tecnología es una competencia necesaria para la vida y la educación en el siglo XXI.
Por lo tanto, la tecnología, según su punto de vista, es como un eje transversal que ayuda a desarrollar competencias del siglo XXI, tales como: ‘‘la metacognición’’, o sea, la capacidad de aprender cosas nuevas y crear nuevos contenidos y conocimientos.
Esta permite la innovación y es una herramienta que hace eficiente la comunicación, la colaboración y el trabajo en equipo. Además, de que desarrollen la capacidad de pensamiento crítico al aprender a evaluar y seleccionar información. Todo este conglomerado de bondades, les da un punto extra al uso de la tecnología no solo para que tus hijos resuelvan sus tareas, sino para desarrollar habilidades internas que le servirán para toda su vida.
¿Cómo usas tú la tecnología?
Tu respuesta a esa pregunta va a determinar el futuro de cómo tus hijos la utilicen. Sí, porque los hijos aprenden hasta el tiempo que le dedicas a tu celular y el uso que le das a la internet.
La educadora define la tecnología como una herramienta que debe usarse e integrarse cuando sea pertinente y con un objetivo claro y, apoya la idea de arriba, expresando que ‘‘los padres debemos de tener en cuenta cómo usamos la tecnología en nuestro diario vivir, tanto en el ámbito personal, como en el profesional. Nosotros somos el modelo de nuestros hijos, y ellos asumirán un uso adecuado de la tecnología en la medida en que nosotros lo hagamos’’.
Entonces, la idea es que la tecnología la integremos como un recurso para optimizar su desempeño en las tareas, pero de manera equilibrada, sin dejar de alimentarle su hábito de lectura y el uso de sus propios recursos mentales a la hora de resolver problemas de tipo académicos y otros. Además, Ramírez revaloriza la necesidad de que la tecnología no sustituya la parte humana y el contacto personal.
¡Aplicaciones nuevas!
Actualmente, hay una gran gama de aplicaciones educativas que dan apoyo y soporte al currículo escolar y académico a todos los niveles. Ramírez nos aconseja utilizar algunas plataformas académicas en base web como: Moodle, Edmodo, todas las aplicaciones de Google, Class Dojo, IXL y Khan Academy.
Y otras que pueden ser descargadas por la tecnología móvil tales como: Kekotukos: Surprise, una aplicación para niños de entre 3 y 7 años que les ayudará a expandir su vocabulario, tanto en inglés como en español. La App está disponible tanto para Android como iOS de manera gratuita.
• Duolingo: es otra aplicación ideal para que ellos aprendan más idiomas, ya que con Duolingo podrán practicar inglés, francés, italiano, alemán y portugués con los diferentes juegos que ofrece. Es gratuita para iOS y Android.
• Doodle de kids coding: Este juego de Google les servirá para aprender los principios básicos de la programación, en el caso de que tus hijos hayan demostrado interés por los videojuegos y programas digitales.
• Juegos de matemáticas zeus: Es una aplicación ideal para que tus hijos practiquen sus matemáticas y de paso, conozcan más sobre la mitología griega.
Ramírez agrega que existe una infinidad de páginas web también con contenidos digitales, que sirven como recursos didácticos tecnológicos de apoyo. Pero resalta que el gran reto que tienen los padres y educadores, es poder ir conociendo y seleccionando los recursos y aplicaciones que mejor suplan las necesidades de nuestros hijos y estudiantes.
Antes de descargarlas, toma en cuenta lo siguiente:
‘‘Lo primero que debemos tomar en cuenta, es cuál es la necesidad puntual que queremos cubrir con esa aplicación o recurso didáctico tecnológico. Lo segundo es el tipo de dispositivo y equipos tecnológicos con los que contamos, y si tenemos acceso a internet al momento de utilizarlo’’, apunta la avezada.
Además, dice que en estos casos es ideal solicitar ayuda al equipo de soporte técnico, si se está en una institución educativa, o de alguna persona que tenga habilidades de manejo de tecnología, si es en el ámbito del hogar. Por último, termina exhortando que: ‘‘Como padres y educadores, debemos siempre revisar los contenidos y jugar nosotros primero para evaluar si real y efectivamente es adecuado y exacto, y cubre la necesidad para la cual se buscó originalmente’’.
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