SANTO DOMINGO.- Mucho se ha hablado si la televisión tradicional desaparecerá o no. Sin embargo, expertos en el tema como Alberto Ciurana, expresidente de producción de la cadena Univisión, aseguró en su pasada visita al país que eso no sucederá.
El experto en contenido de televisión invitado por “Imaginativa” que se llevó a cabo en 2016, sí aclaró que a propósito de los avances tecnológicos y las redes sociales, la TV, debe de reinventarse.
En el país existen más de 44 canales de televisión abierta, entiéndase VHF y UHF (por el aire), desde el canal 2 hasta el 69.
A estos canales abiertos se suman las empresas de telecable que funcionan desde Punta Cana hasta Elías Piña, y desde Sosúa hasta Baní, es decir, de este a oeste y de norte a sur.
El 75% de esas compañías que venden el servicio de televisión tienen por lo menos un canal de televisión local en su parrilla programática, lo que significa que si a las 44 frecuencias abiertas le sumamos 75 televisoras que funcionan en las compañías de telecable, sorprendentemente tenemos 119 canales en el país (dato que puede haber variado).
Para muchos expertos, incluyendo a la veterana comunicadora Mariasela Álvarez, “todavía la televisión sigue siendo la opción número uno, el medio de mayor penetración y de mayor alcance a nivel nacional, fundamental para las marcas”.
Uno de los grandes problemas que enfrentan los productores locales hoy día es que no cuentan con los recursos necesarios para poner en pantalla un contenido competitivo, lo que obliga a los dueños de canales a recortar cada vez más las producciones locales de su parrilla programática e irse por lo seguro. Compran un material que está a la distancia de un click y que les resulta mucho más rentable.
Según los datos que suministra el “Análisis de la Programación de la Televisión Abierta Dominicana”, puesto en circulación por el Centro de Investigación de la Comunicación (CIC) de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), el 34.39% del universo de programas de la televisión abierta dominicana corresponden al género entretenimiento y un 28.92% al de actualidad informativa, con un enfoque mayoritario en comentarios políticos, económicos y sociales.
Solo el 2.82% de la programación es de contenido infantil, y más de la mitad de este porcentaje corresponde a dibujos animados producidos en el exterior.
¿Porqué no se producen en el país contenido diverso como telenolevas, series, programas infantiles? Es la pregunta que se hacen muchos.
A diferencia de otros países donde su mayor contenido de TV está basado en teleseries o telenovelas y las producen ellos mismos, en RD no hay una industria que tome en cuenta esta necesidad.
Para el disfrute de este tipo de programas las plantas televisivas y cableras se encargan de reproducir el contenido que viene de Estados Unidos y países como México, Brasil, Colombia ,Venezuela, entre otros.
Es una de las posibilidades que pudiera impulsar una Ley de Audiovisuales que se elabora con el consenso de todos los que intervienen en el sector y que busca promover la difusión de la identidad cultural dominicana, a fectada por la difusión de contenido internacional.
El productor y cineasta Etzel Báez ve la situación con optimismo. “La tv dominicana podría tener un repunte en la preferencia de la teleaudiencia y consecuentemente para los anunciantes en la medida que se haga más personalizada apoyándose en las redes sociales”.
Propone conectar con las audiencias valiéndose de la creatividad y espacios de diferentes géneros como reality shows, miniseries documentales, series nacionales algo que está por verse.
CRISIS DE CONTENIDO
“No se hacen grandes producciones por falta de dinero. La crisis de nuestros medios es la falta de generación de contenido dominicano”, sostiene el productor y cineasta Enrique Pintor, quien apuesta a que el sector que representa (televisión), despierte como lo hizo el cine para el beneficio de todos: productores, dueños de canales y el público en general.
Recuerda que la televisión sigue siendo un medio con una alta incidencia y alcance en el país porque por ejemplo a “diferencia del cine, es un medio de comunicación que reúne a todo el mundo. Para ir al cine, las familias necesitan gastar más recursos, mientras que para ver la televisión no”, reitera Pintor, uno de los responsables del anteproyecto de Ley de audiovisuales junto a Miralba Ruiz y Roberto Cavada.
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