Eyacular y tener un squirt hacen que la mujer llegue a un clímax máximo y tenga el orgasmo. Ambos son involuntarios y no se pueden controlar, pero no todas las mujeres logran tenerlos, depende de la anatomía de cada una. Además, existen diferencias entre ellos.
La eyaculación femenina proviene de las glándulas de Skene o parauretrales, las cuáles son conocidas como la próstata femenina, ya que segregan contenidos a los que expulsa el hombre. Este líquido es de consistencia alcalina, no mancha, es espeso, puede ser mucho o poco y se forma en el punto G.
Por su parte, el squirt es la expulsión de orina diluida con la eyaculación femenina y sucede en grandes cantidades. Sus características son que no contiene olor, ni el color de la orina, y sale como un líquido transparente disparado de la uretra.
Ambas situaciones placenteras se dan por la estimulación del punto G, pero no son iguales. La eyaculación es más común en las mujeres, aunque puede no ocurrir, mientras que el squirt sucede con mucha menos frecuencia.
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