Las Estrellas Orientales pasaron de campeón a ser eliminadas en primera ronda en la liga de béisbol dominicana, en una campaña en la que tuvieron que enfrentar problemas de lesiones de jugadores clave, más el despido de su entrenador, Fernando Tatis, que sentó mal en la plantilla.
Los verdes conquistaron la corona la temporada pasada luego de 51 años sin levantar la copa comandados por Tatis, pero este año el técnico fue despedido a mitad de temporada debido al mal momento en que se encontraba el conjunto de la ciudad de San Pedro de Macorís, en el este dominicano.
El despido cayó como una losa entre varios jugadores de las Estrellas, que guardaban gran respeto a Tatis por el triunfo histórico en la liga del año pasado.
Las quejas más directas provinieron del hijo del entrenador, Fernando Tatis Júnior, quien llegó a pedir a través de las redes sociales que le cambiaran de equipo.
Pero Tatis Júnior, uno de los jóvenes jugadores dominicanos más prometedores de Grandes Ligas, clave en el éxito de las Estrellas en la campaña pasada, no llegó a debutar en esta campaña, puesto que se estaba recuperando de una lesión.
La temporada se le torció a las Estrellas precisamente por las lesiones, entre ellas la del jardinero Junior Lake, que se perdió gran parte de la campaña, así como del jugador de Grandes Ligas Miguel Sanó, que tampoco llegó a entrar en el campo.
En el inicio de la temporada el equipo tampoco pudo contar con su cerrador estelar, Wirfin Obispo, pero luego se recuperó y se integró, logrando ocho salvamentos para la tropa verde, aunque su desempeño no fue suficiente.
Lejos quedaron los buenos resultados del año pasado y en la presente campaña no funcionó ni el bateo ni respondió el picheo, lo que mantuvo al equipo gran parte de la campaña en el último puesto de la tabla.
Ya en el último tramo del torneo, los verdes mostraron signos de recuperación, bajo las riendas del dirigente venezolano José Alguacil, aunque ya la herida había causado hemorragia.
Bajo su tutela, la dirigencia del conjunto realizó nuevas contrataciones, entre ellas los ligamayoristas Tim Beckham y Tylor Motter, quienes agregaron poder a la ofensiva y el equipo logró meterse en la pelea por el cuarto puesto, que finalmente ocupan las Águilas Cibaeñas.
Sin embargo, ambos jugadores tuvieron que marcharse a Estados Unidos al final de la ronda regular, debido a compromisos laborales.
Al disputarse 48 jornadas del calendario de 50 partidos, la novena macorisana acumula marca de 20 y 28, y en sus últimos diez compromisos suma cuatro triunfos y seis reveses.
El conjunto también tuvo marca negativa jugando como local (11 y 14), mientras en la ruta suma nueve triunfos y 14 derrotas.
A ello se suma su pésimo récord de 6 y 10 en partidos definidos por una carrera, aunque sus relevistas fueron de los mejores en el torneo, contando con más efectivo staff de taponeros zurdos.
Su efectividad colectiva fue de 3.87, y su mejor relevista derecho fue el estadounidense Matt Pobereyko, quien logró cuatro victorias contra una derrota y efectividad de 1.67 en la ronda regular.
Todos esos problemas frustraron su esperanza de repetir lo logrado el año pasado, cuando fueron el mejor equipo de la liga desde el principio de temporada.
EFE/ Juan Julio Gómez
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