Esperan solidaridad para construir casa albergue sacerdotes

La Vega. La anhelada casa de retiro o asilo para sacerdotes ancianos y enfermos de la Diócesis de La Vega requiere de 23 millones para su remozamiento y puesta en funcionamiento.

Las Hermanas del Perpetuo Socorro donaron a la Diócesis la otrora casa para formación de jóvenes ubicada en Cutupú para que sea convertida en un hogar para sacerdotes envejecientes enfermos de las provincias Hermanas Mirabal, Sánchez Ramírez, Monseñor Nouel y La Vega, una idea que se viene gestando desde hace años, para que los sacerdotes tengan un lugar digno donde pasar sus últimos años, ya que tienen enfermos en diferentes lugares.

El padre Michel Rosario, designado junto a un equipo de trabajo para gestionar la obra, informó que la remodelación de la casa conllevaría la habilitación de 10 habitaciones para dar cuidados médicos especiales, un gimnasio geriátrico, enfermería, ascensor, una valla perimetral y una pasarela perimetral para que puedan hacer ejercicios.

Un lugar digno

Además una unidad de audiovisual, comedor, cocina industrial, una sección de lavado para ancianos, terraza, un pasillo perimetral en el segundo nivel para que puedan caminar sin salir del edificio, sala para recibir a las familias de los sacerdotes y habitaciones para el personal de servicio. Explicó que las habitaciones tienen que estar aclimatadas y con un sistema de monitoreo clínico, para darle seguimiento como si fueran habitaciones de centros médicos. La inversión para levantar esta infraestructura es de 23 millones de pesos, de acuerdo a lo presupuestado por el ingeniero Richard Abreu. “La diócesis está intentando hacerlo con muchos esfuerzos para que la sienta suya, y todo el que nos pueda colaborar que lo haga, porque no queremos que la haga el Estado directamente de un solo golpe, si alguien del Estado nos da una ayuda bien, porque cuando la obra se hace de un golpe la gente no le da seguimiento, no le tiene amor”, dijo el padre Rosario.

Dijo que a la fecha han recibido algunas donaciones, y que el padre Francisco Almonte tenía tres años haciendo esfuerzos para que esto se pudiera comenzar, incluso ha donado el sueldo que recibe de la vicaría general de la diócesis, y el clero cada año hace un pequeño aporte para la obra. Expresó que esta casa es un sueño, y que los sacerdotes Jesuitas y Franciscanos tienen sus casas, pero los Diocesanos no. El religioso informó que la misma llevará el nombre de monseñor Felipe Bello, quien fuera vicario general de la Diócesis y al final de la vida casi fallece en la indigencia.

Buscan garantizar el cuidado de los curas

“Es una preocupación de toda la iglesia dominicana, la mamá de un sacerdote me dijo hace unos días por fin voy a descansar, cuando mi hijo esté enfermo, anciano, tendrá un lugar en donde estar, porque la mayoría de padres vienen de familias muy pobres y la iglesia es muy buena, atiende a todo el mundo pero a veces no nos atendemos nosotros y esto viene a subsanar esta necesidad”, expresó el padre Michel Rosario, encargado de la obra.

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Periodista de Santiago graduado, director de https://notigraficos.com/; un diario digital realizado desde la ciudad de Santiago de los Caballeros República Dominicana con informaciones veraces y siempre actualizadas. Este diario no publica tragedias, muertos, chismes, ni bochinches.

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