Por: Isabel Guzmán
Envases Antillanos, una empresa que forma parte del Grupo Linda, arriba a sus 50 años de fundada con el apoyo militante de una sociedad que la vio forjar, crecer y consolidarse como líder en la fabricación de latas, tapas, láminas y servicios litográficos para aportar a Santiago y al país orgullo y riquezas.
La empresa, que durante los últimos 35 años ha presidido el ingeniero Félix M. García C., inició sus operaciones en octubre de 1968 y fue formalmente inaugurada el 12 de enero de 1969 con la presencia del entonces presidente constitucional, doctor Joaquín Balaguer.
La planta se instaló como una subsidiaria de American Can Company, una multinacional norteamericana que en ese momento era la fábrica de latas más grande del mundo. Nació en un momento en que los empaques para los productos agroindustriales eran importados, por lo que su instalación permitió sustituir esas importaciones y esto generó un impacto positivo para el desarrollo de la agroindustria.
Con estos envases fabricados localmente se incentivó la instalación de nuevas empresas procesadoras de productos agropecuarios, lo que contribuyó de forma directa reducir las pérdidas post cosechas, aumentar la creación de empleos y, por ende, contribuir al Producto Interno Bruto (PIB).
Tienen capacidad para suplir a todas aquellas empresas que envasan productos como el tomate, gandules, maíz, frijoles y hortalizas, procesados para ser guardados. “El envase protege de la escasez y de la abundancia”, precisó García M., al valorar que estos empaques son clave para conservar los productos agrícolas perecederos.
La fábrica, que inició con 30 empleados y dos líneas de ensamblaje, en la actualidad es la primera y una de las más grande fábricas de envases de metal en el área del Caribe, con un sistema de producción integrado que incluye su propia línea de corte, capaz de cortar más de 30,000 toneladas de hojalata, y producir 400 millones de latas por año.
El principal compromiso de Envases Antillanos es brindar a sus clientes un producto de alta calidad respaldado por un servicio técnico eficiente, condición que les permite estar afiliados por más de 25 años a la American Can Co. y ser miembro actual de la International Packaging Association (IPA).
“Nuestra hojalata proviene de los mejores molinos del mundo y los esmaltes, tintas y barnices son aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), así como por el Departamento de Agricultura (USDA) de los Estados Unidos”, destacó el presidente de esta empresa, cuya trayectoria y aportes la convierten en un símbolo de Santiago.
Al llegar a su aniversario número 50, esta empresa puede mostrar un crecimiento sostenido con más de 350 empleados, un área física de 20,000 metros cuadrados y estar certificados con la Norma ISO 9001:2015, que la acredita por cumplir con los estándares establecidos para obtener una calificación.
“Parte de nuestros altos estándares de productividad descansan en el clima laboral positivo que se respira en la empresa, lo cual es medible por los bajos índices de rotación de la empleomanía, que se enorgullece de pertenecer a los que todos llamamos, con genuina satisfacción “la gran familia ENVAN”, indicó Lina García de Blasco, vicepresidenta ejecutiva de Envases Antillanos.
Esta empresa cuenta con un Código de Conducta Ética que vela por que se mantenga el respeto y responsabilidad en las operaciones, teniendo en cuenta los derechos, la seguridad y la salud de su capital humano. En lo que se refiere al respeto y convivencia amigable con el medio ambiente, ha invertido cuantiosos recursos en producir energía limpia, y la actualidad el 50% de la que consume es generada con una planta fotovoltaica.
Otras bondades que han caracterizado su accionarson el bienestar que le proporciona a su gente, al medio ambiente y al país, al hacer inversiones en calidad, innovación y en la comunidad que la ha visto crecer durante 50 años. A raíz de la creación de Envases Antillanos, surgieron otras empresas el Grupo como son Troquelados Dominicanos, Plastidom, Tapas Antillanas, La Fabril y Tucán, entre otras.
A través de la Fundación García-Almánzar, El Grupo Linda, de la cual es parte Envases Antillanos, beneficia con la educación técnica a hijos de sus empleados y otros con buenas calificaciones que son recomendados por Instituto Politécnico Industrial de Santiago (IPISA).
Una fiesta monumental
Los 50 años de Envases Antillanos serán celebrados en el Monumento a los Héroes de la Restauración, el símbolo que identifica la Ciudad Corazón. Félix M. García C. resaltó que eligieron este lugar como forma de agradecer a todo el pueblo de Santiago su apoyo y colaboración para que hoy puedan mostrarse como una empresa sólida que ha aportado empleos y bienestar. Durante medio siglo han recibido innumerables reconocimientos y entre los más recientes están los entregados por el Gran Teatro del Cibao y la Escuela Don Bosco.
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