El precio del petróleo de Texas (WTI) para entrega en octubre abrió este lunes con un fuerte alza del 10,50 %, superando la barrera de los 60 dólares el barril, en un ambiente volátil tras los ataques del fin de semana a las principales refinerías de Arabia Saudí.
A las 09.05 hora local (13.05 GMT), el crudo de referencia estadounidense cotizaba a 60,61 dólares el barril, 5,76 dólares más que el viernes, en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), donde se negociaba un volumen de más de 619.000 contratos.
El valor del petróleo de Estados Unidos, que llegó a subir en algún momento hasta un 15,5 %, se ha disparado después de que los ataques con drones contra dos refinerías de Arabia Saudí redujeran en más del 5 % el suministro global del crudo.
El gigante petrolero Aramco, el principal del mundo, ha indicado que llevará varias semanas hasta que sus instalaciones vuelvan a operar con normalidad, lo que hace temer sobre las consecuencias que ello pueda tener en el suministro de crudo a nivel mundial.
De acuerdo con Aramco, los ataques han recortado aproximadamente la producción de crudo en unos 5,6 millones de barriles diarios.
Desde Viena, el Gobierno de Estados Unidos acusó a Irán de haber perpetrado «un ataque deliberado a la economía mundial», en referencia a las dos explosiones registradas el pasado sábado en dos refinerías de petróleo en Arabia Saudí.
«Quiero reiterar que Estados Unidos condena totalmente el ataque de Irán al reino de Arabia Saudí y pedimos a otras naciones que hagan lo mismo. Este comportamiento es inaceptable y tienen que responder por ello», denunció el secretario de Energía estadounidense, Rick Perry, en Viena.
El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní negó desde el primer momento la implicación de su país en los ataques del sábado contra la petrolera saudí Aramco y denunció planes de servicios de inteligencia para «destruir la imagen» de su país.
En cualquier caso y para tranquilizar a los mercados, el presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó que su país no necesita el petróleo o el gas del Oriente Medio.
«Dado que hemos trabajado tan bien (en relación) con Energía en los últimos años (gracias, Sr. Presidente), somos un exportador neto de energía», escribió Trump en su cuenta Twitter.
«Somos ahora el Productor Número Uno de Energía en el Mundo», añadió. «No necesitamos el petróleo y el gas del Oriente Medio y, de hecho, tenemos allí unos pocos buques cisterna». «¡Pero ayudaremos a nuestros aliados!», añadió.
No obstante y según dijo a la CNBC Chris Midgley, director global de análisis de S&P Global Platts, «si bien a corto plazo el impacto físico directo en el mercado podría ser limitado, esto debería alejar al mercado de su ciclo macroeconómico bajista y aumentar la prima de riesgo» sobre el valor del crudo estadounidense.
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