«El milagro de Consuelo», cuando la educación en valores marca la diferencia

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Con su andar lento, voz tenue y hablar pausado, Sor Leonor Gibb recibió con humildad a Diario Libre y, de inmediato, su energía invadió a quienes le rodeábamos, al comentar con orgullo y entusiasmo lo que se ha logrado en más de seis décadas en el Batey Consuelo, donde se demuestra que, a pesar de las adversidades y la pobreza en una comunidad, la educación integral en valores y formación ciudadana marca profundamente la diferencia.

Se trata de una hazaña llena de valor y coraje, pero sobre todo de amor, paciencia y perseverancia llamado: «El milagro de Consuelo», título del libro escrito por Leonor Elmúdesi, producto de la tesis que esta reputada educadora escribió sobre el proyecto, que inició en 1959, cuando un grupo de Hermanas de la Orden la Inmaculada Concepción, de origen canadiense, se asentó en este pueblo de San Pedro de Macorís. Su fortaleza radicaba en el Ingenio y la molienda de la caña.

Narra Sor Leonor que fue en septiembre del 1958 cuando su superiora la invitó a venir desde Canadá a la República Dominicana. «Sor Ana Nolan y Sor Susana Daly me acompañaron inicialmente a Yamasá donde nos asentamos. Ya, a los tres años, habíamos formado a unos 70 alumnos y nuestra congregación aún sigue allí. Luego la Orden nos manda a radicarnos en un paraje llamado Batey Consuelo», explica.

«»Ella tiene una vocación de servicio inigualable que ha sabido transmitir a los docentes, que son todos muy entregados y viven, realmente lo que hacen» «

Nancy Ramírez
Directora Escuela Sor Leonor Gibb

Primera escuela… muy difícil

En el Batey Consuelo estaba muy marcada la desigualdad entre los jefes del Ingenio, sus hijos y los hijos de los trabajadores de la caña. Estos últimos no tenían acceso a la educación ni a servicios básicos de salud en esa época.

Esta situación las llevó a gestionar los servicios educativos y motivar a la población sobre el valor de la educación para tener mejor calidad de vida; gestiones que resultaron en la expansión de la oferta escolar, logrando en 1964 la primera graduación de alumnos de primaria.

Los primeros pasos siempre son difíciles, pero esto no detuvo los planes de las hermanas. La única escuela pública en la comunidad funcionaba precariamente, sin maestros residentes en el pueblo y padres poco comprometidos con la educación de sus hijos.

Las religiosas lograron que el Ingenio les facilitara un edificio que antes servía para alojar a los obreros solteros. Lo acondicionaron y lo convirtieron en la Escuela Divina Providencia.

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Periodista de Santiago graduado, director de https://notigraficos.com/; un diario digital realizado desde la ciudad de Santiago de los Caballeros República Dominicana con informaciones veraces y siempre actualizadas. Este diario no publica tragedias, muertos, chismes, ni bochinches.

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