A un año de las elecciones municipales que se celebrarán el 16 de febrero de 2020, se vislumbra una lucha por el control de las principales alcaldías del país, que son las más apetecidas electoralmente por los partidos, porque podrían ser determinantes y servir de pie de amigo para impulsar los comicios presidenciales de mayo de 2020.
Los nuevos alcaldes tomarán posesión el 24 abril de 2020 y, por ende, esas demarcaciones jugarán un importante papel y darán un estímulo al partido que haya tomado la delantera en la carrera hacia la meta de alcanzar la Presidencia de la República en las elecciones de mayo.
En la actualidad, las cinco plazas que concentran la mayor cantidad de votantes en toda la geografía nacional y que se ubican en la mirilla de los estrategas políticos y principales partidos, la conforman el Distrito Nacional, con 853,109 votantes, igual un 11.51% del electorado. Le sigue Santo Domingo Este, con 709,703 electores, para 9.56%; Santiago de los Caballeros, con 586,366 votantes, equivalente a 7.91%; Santo Domingo Norte, con 346,998, para un 4.68%; y Santo Domingo Oeste, con 271,081, igual a un 3.66% del electorado nacional.
Estas cinco plazas unidas suman 2 millones 767 mil 257 votantes, que equivalen a un 37.32% del electorado nacional. El padrón electoral general para febrero del año 2020, publicado hasta el momento por la Junta Central Electoral es de 7 millones 402 mil 629 personas hábiles para votar.
Para el presidente de la Federación Dominicana de Distritos Municipales (Fedodim), Ramón Santos, la conquista de las alcaldías del Gran Santo Domingo, como las de Santiago, con su nuevo distrito municipal de Santiago Oeste, juegan un papel determinante en las venideras elecciones, debido al alto número de votantes que habitan en estas demarcaciones.
“Aunque los partidos quieran hacer alianzas de más del 20% no podrán hacerla, eso quiere decir que en muchos territorios los candidatos tendrán que ir solos a las elecciones de acuerdo con las reglas que impone la ley”, indicó Santos.
Externó que la situación podría generar un fraccionamiento del voto, en virtud de que muchas personas podrían tener preferencia por un alcalde de su partido, pero por un legislador diferente.
La presidenta del Partido Opción Democrática, Minou Tavárez Mirabal, ha dicho que la Ley de Partidos 33-18 es “una ley de partidos mayoritarios” que busca hacer desaparecer a los partidos emergentes y evitar que surjan nuevas opciones políticas.
De su lado, el presidente del partido Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), José Francisco Peña Guaba, acusó al PRM y al PLD de aprobar una Ley de Partidos que solo perjudica a los partidos minoritarios, porque no pueden ceder candidaturas y limitan las alianzas.
No obstante, tras la promulgación de la Ley 15-19, sobre Régimen Electoral, que implica restricciones que recomponen el panorama político en el uso de los recursos del Estado, el tope del financiamiento de las campañas y la separación de las votaciones en los distritos municipales y los municipios, y dispone que en ningún caso los votos en los distritos se le computen al municipio, se supone que el reto es todavía mayor para lograr posiciones y el control municipal, por la eliminación del arrastre de ese voto.
Ante las amenazas a que están expuestos los partidos minoritarios, la Plataforma de Concertación Político-Ciudadana “Juntos Podemos” indicó que tiene el objetivo de llevar una coalición de candidatos a nivel municipal y congresual para las próximas elecciones del año 2020. José Francisco Peña Guaba, coordinador, dijo que la complejidad de la selección de candidatos, la postulación ciudadana en línea, “la extraordinaria cantidad de ofertas de candidaturas que se han presentado y las que se presentarán en el corto plazo, son los retos que estamos enfrentando en la actualidad”.
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