afael Beato, a pesar de su juventud, es muy determinado. Desde que era niño, supo que había nacido para “algo más” que la vida convencional que le rodeaba. Amaba cantar, bailar, coqueteaba con la actuación, soñaba con los escenarios. Cuando decidió retarse a sí mismo e ir tras sus sueños, con el apoyo de sus padres, Rafael Beato De la Rosa y Grace Jiménez, y de Eduardo Muñiz, se marchó a Nueva York a estudiar actuación, hace cinco años (1 de enero de 2013). Primero detrás del teatro musical y ahora enamorado de las cámaras, del cine. Ahora Rafael es parte de elenco de Sweetbitter, una serie de la cadena Starz producida por Brad Pitt, que ya está rodando su segunda temporada.
¿Háblame de cómo inicio tu carrera como actor? Aunque no lo podía decir con palabras, desde pequeño soñaba con estar en un escenario. Recuerdo que todo comenzó cuando fui a ver un show de la Pinky. Leí en el brochure que estaban haciendo audiciones para High School Musical. Ahí fue que empecé a prepararme. Aunque no fui escogido, igual seguí con mis clases. Luego anunciaron Camp Rock y ahí si fui aceptado. Luego siguió Godspell. Mientras, estaba estudiando Mercadeo en UNIBE. Y me di cuenta que eso no era lo mío. Así que tomé la decisión de irme a Nueva York, a estudiar actuación en The Lee Strasberg Theatre and Film Institute.
¿Qué hacías entonces para canalizar ese deseo que tenías? ¿Cantabas en el baño? ¡Sí! Cantaba en mi habitación. Cantaba y cantaba todo el tiempo. Mi madre y mi hermana me mandaba a callar y me decían “¡tú si cantas mal!”; nunca me lo tomé personal porque no era en serio. Pero cantando en el baño un día me dije “tal vez no canto como Luis Miguel, pero aquí hay algo” (risas). Y mientras más cantaba en el baño, más confianza me daba.
¿Qué fue lo primero? Empecé con el canto. Yo pensaba que iba a ser cantante balada o de salsa. ¡Sentía que mi voz era tropical! Y a mí me encanta bailar salsa. Así empezó todo. Cuando veo el lugar en el que estoy, no me hace sentido, porque mi sueño era ser cantante.
Y resulta que ahora, estás trabajando en una serie producida por Brad Pitt… y no tengo palabras. A veces estoy en la grabación y no me lo creo que estoy aquí.
¿Cómo se dio este papel? Es toda una historia. Cuando estaba en la escuela, una profesora de audición y monólogos, que invita a un festival de lecturas de teatro en su compañía y me llama porque hay un papel que cree que puedo hacer. Hice la lectura de la obra, escrita por Cándido Tirado, en el 2013. Tres años después, en el 2016, y varias situaciones después (incluyendo un problema con su visa de trabajo, que le obliga volver forzosamente a SD y dejar su vida en NY), a la semana de volver a NY, en marzo de 2016, me llama Cándido Tirado para decirme que tiene una obra y había pensado para mí el papel principal. Era un musical. Durante la última función, estuvo la persona que me cambió la vida, Irene Cabrera, que es mi manager. Yo tenía más de un año atrás de ella. Es una agente que representa a latinos, personas de color, asiáticos, etcétera. Sabía que ella era la que podía llevarme a otro paso en mi carrera. Pero, después de haberle escrito varias veces por correo, nunca recibí respuesta. Ese día ella fue a ver la obra porque varias personas le hablaron de mí, y le dijeron que tenía que verme y que de seguro iba a querer trabajar conmigo. Y así fue.
Cuéntanos, ¿quién es Santos? Es un joven indocumentado que trabaja como lavaplatos en la cocina de un restaurante. Mi agente y yo siempre hemos sido muy celosos de los papeles que elijo, porque sabes que, en los EE.UU., al latino le toca hacer de mensajero, limpiador… no tengo prejuicios con hacer ese tipo de papeles, siempre y cuando haya alguna historia envuelta. Estamos tratando de cambiar ese estereotipo. Y eso pasa con Santos, tiene una historia. Y es parte del elenco de la serie. Además, en esta segunda temporada hay un progreso en el personaje.
Te dieron un ascenso. Si, esto parece una empresa (risas). Ya mi personaje tiene otra participación, lo están tratando de ascender en su trabajo, y en la serie va subiendo la cantidad de participación. De hecho, en esta segunda temporada se podrá apreciar mucho más la vida de Santos. De hecho, acabo de grabar un capítulo que empieza con Santos. Quieren ver la perspectiva de ese trabajador que es el primero que llega, que empieza a limpiar, que muchas veces abusan de él, porque le dan mucho trabajo con muy poca paga porque él es indocumentado. Por eso es muy interesante este personaje, porque es muy cercano a mí. No he estado indocumentado aquí, pero sé muy bien lo que es eso. ¡Y qué bueno! Me da mucha alegría poder ser una voz de la vida de los indocumentados aquí.
¿Qué otras cosas tienes en mente? Ahora mismo estoy enfocado en terminar de grabar la segunda temporada de la serie. Siento que a veces la gente trata de tener el proyecto, o el paso siguiente. La realidad es que no tenemos certeza de nada. Yo lo que quiero es que, cuando salga la premier del show en mayo, es que más personas lo vean y más personas puedan conocer mi trabajo. Pero mi meta realmente es tener consistencia de trabajo. Yo he trabajado mucho aquí en NY: he movido cajas, maniquís, he trabajado en restaurantes… y no tengo palabras para describirte cuanto amo mi carrera. Mi meta es eso, trabajar consistentemente, que un trabajo lleve al otro. Si hay proyectos en el aire, pero es más saludable para mí no pensar en eso. Ahora estoy contento por esta oportunidad. Pudo haber sido cualquiera, pero soy yo. Así que estoy tratando de enfocar toda mi energía, pero con este proyecto estoy en otro nivel y estoy muy agradecido.
El papel de “Santos” primero estaba basado en la historia de un indocumentado de origen mexicano. Cuando la producción y la misma escritora del libro, supieron que Rafael es dominicano, decidieron darle un twist al personaje. Así que, en lo adelante, Santos es dominicano.
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