República Dominicana arribará este viernes a los primeros 15 días de confinamiento que dispuso el Gobierno para contener el avance del COVID-19, sin que hasta el momento se rompa la curva de los diagnosticados, por lo que se empezarán otras dos semanas de aislamiento social, según decretó este jueves el presidente Danilo Medina.
Desde que un turista italiano fue declarado positivo al caso, el 1 de marzo, en el país, unas 60 personas han fallecido y 1,380 diagnosticados con el COVID-19, según el boletín 14 del Ministerio de Salud Pública. A nivel global, la peste alcanza casi todos los países con más de 36,400 muertos y casi 800,000 contagiados.
El ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, sostiene que «el pico de las enfermedades epidémicas hay que verlo a posteriori. ¿En qué momento se produjo el pico y en qué momento empieza a bajar? Es algo que ahora mismo no podemos establecerlo».
Y continúa, que serán las próximas dos o tres semanas, cuando se podrá predecir el pico, tomando en cuenta los boletines diarios del Ministerio. Pero reitera que para virar la línea se amerita acción de la propia comunidad. «Se necesita el aislamiento social, con apartar los pacientes positivos, las medidas de higiene para no contaminar a familiares y la comunidad», sostiene el ministro.
Cuesta arriba
A una parte de la población, sobre todo en los sectores populares, se le ha hecho difícil cumplir con el toque de queda, que empieza a las 5:00 de la tarde de cada día.
Unas 23,943 personas han sido detenidas por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, luego de violar las disposiciones del Poder Ejecutivo de quedarse en casa.
A eso hay que añadirle que, en la provincia Duarte, donde primero se detectó circulación comunitaria del virus, hay personas que salen a socializar y a jugar gallos, según quejas del ministerio.
Cuándo se llegó el pico en otros países
China, el génesis de la pandemia, tardó casi dos meses, según reporte de prensa, en controlar la pandemia. Fallecieron unas 3,322 personas y 82,432 personas fueron contagiadas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde el 10 de marzo, Italia extendió desde Lombardía a todo el país, el confinamiento de 60 millones de habitantes, y todavía no ve luz al final del túnel. Lleva más de 110,000 infectados y más de 13,100 muertos, la nación con más víctimas hasta el momento.
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