El término sadomasoquismo se encuentra compuesto por dos vocablos, sado, que se deriva del sadismo y masoquismo, y corresponden al famoso escritor, Donatien Alphonse François, comúnmente conocido como ‘marqués de Sade’, quien introdujo en algunas de sus obras a personajes que encontraban excitación y placer sexual al provocar dolor y humillación en otras personas.
Para analizar el tema, contactamos a la sexóloga Heidy Camilo H., quien es encargada del Departamento de Sexualidad y Terapia de Pareja del Centro Vida y Familia Ana Simó.
‘’Al utilizar el término de sadomasoquismo, se habla de dos parafilias y estas no son trastornos sexuales, sino conductas desviadas de lo socialmente aceptado según el momento histórico y de cultura a cultura’’, nos explica la doctora Camilo.
¿Dónde están los límites?
Cuando hablamos de esta conducta sexual que implica dolor físico y juegos de dominación, debemos tener presente cuál es el límite para alcanzar el placer.
«El riesgo dependerá de la conducta que se esté dando, aunque al hablar de golpes en una relación, hablamos de moretones, daños, de infringir un grado de dolor extremo e incluso en algunas prácticas existe la asfixiofilia, donde se provoca la asfixia de una de las partes’’, dice Heidy Camilo. Dos pensamientos fundamentales para que esta conducta se dé es, «disfruto cuando me someten’’ o ‘’me siento bien cuando tengo una actitud de dominación’’ y, al contrario de lo que muchas personas piensan, no es necesario que exista el coito para llevar a cabo una relación sadomasoquista, tanto así que, Camilo nos comenta que hay parejas que arriban al acuerdo de no penetración y disfrutan de otras prácticas, como el sexo oral y la erotización que conlleva la actividad misma del sado.
Juguetes sexuales para sadomasoquistas
Al hablar de juguetes sexuales para practicar el sadomasoquismo, es imposible no recordar a Las cincuenta sombras de Grey, tanto para quienes vieron las películas como para quienes leyeron la trilogía.
La aventura sexual en la que se inmersa Anastasia Stelle con Christian Grey, revolucionó el panorama de la literatura erótica, por la mezcla de romanticismo con las prácticas bondage y es justo en estas escenas donde encontramos de todo en cuanto a juguetes: látigos, esposas, nalgadas. «El arte de bondage que es amarrar a otra persona, cubrir los ojos de la pareja, vibradores, etc., es decir, hay una infinidad de juguetes donde la creatividad es el límite’’, indica Camilo.
La sexóloga define que esta práctica se convierte en abuso, cuando hay un ejercicio del poder, donde existe una diferencia de jerarquía. Cuando hablamos de una relación sadomasoquista, la pareja debe estar de acuerdo en el tipo de prácticas o de actos violentos que se van a ejercer así como de la intensidad que se llevará a cabo y la duración de la misma, en estos acuerdos la pareja escoge una palabra a manera de alto y se respetan estos límites.
Problemas psicológicos
La experta nos aclara que esta práctica no acarrea problemas psicológicos, al menos que, una de las partes no esté de acuerdo o quiera obligar a ciertas prácticas sexuales y esto, puede generar el conflicto, pero el sado puede tener sexo convencional, es decir, sin dolor, aunque hay una minoría que solo alcanza el placer a través de las prácticas sadomasoquistas.
Normas de seguridad
Además, Camilo nos argumenta que las normas de seguridad son parte del planteamiento en las prácticas sadomasoquistas y, por esto, ambas partes tienen igualdad de poder de decisión y, de hecho, existe un planteamiento concreto donde se acuerda bajo cuáles términos se realizará la práctica. Ejemplo: Me puedes amarrar, pero no me cubras los ojos o me puedes vendar, pero no me puedes pegar.
«Dentro de las normas de seguridad, se escoge una palabra conocida y delimitada por la pareja antes del encuentro sexual, para si hay un grado de acción que en lugar de placer, genere dolor, se produzca un alto y estas normas se respetan’’, apunta Camilo. Por último, es importante que no confundas el sadomasoquismo con actos de agresión sexual y si estás pensando iniciarte en este tipo de prácticas, conversa con tu pareja y establece límites de modo, que esta actividad sea sana, segura y consensuada.
Soy una joven d 16 años y empiezo a tener conductas sexuales de sodomasoquismo, gracias x la información