El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este martes en el Parlamento que el Reino Unido impondrá sanciones contra cinco bancos rusos y tres individuos, después de que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconociera los territorios separatistas prorrusos del este ucraniano.
En una declaración en la Cámara de los Comunes, el jefe del Gobierno conservador indicó que los activos que estas entidades puedan tener en el Reino Unido serán congelados y que los individuos tendrán prohibida la entrada en el país.
Johnson señaló que las entidades afectadas son Rossiya, IS Bank, General Bank, Promsvyazbank y Black Sea Bank, mientras que los individuos con fuertes capitales, sujetos a las sanciones, han sido identificados como Gennady Timchenko, Boris Rotenberg e Igor Rotenberg, considerados cercanos al régimen ruso.
Johnson dijo que su país seguirá buscando una solución diplomática a la crisis ucraniana, si bien admitió que existe la posibilidad de que el presidente ruso quiera ir más allá.
Según explicó a los diputados, el primer ministro ha dado garantías a las autoridades ucranianas sobre el pleno «apoyo» del Reino Unido ante la actual crisis con Rusia.
«Si pasa lo peor, entonces una nación europea de 44 millones de hombres, mujeres y niños puede ser blanco de una guerra de agresión plena llevada a cabo sin ningún tipo de justificación», agregó.
A menos que la situación cambie, los mejores esfuerzos del Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania y otros aliados de evitar un conflicto a través de la diplomacia pueden ser en vano, añadió.
«Hemos tratado de encontrar una vía pacífica en esta crisis», puntualizó el primer ministro.
Las sanciones anunciadas hoy, precisó, son las primeras, ya que no se descartan otras contra Rusia.
El primer ministro subrayó que el presidente ruso busca una «renovada invasión» de Ucrania, tras su decisión de reconocer los territorios separatistas del este ucraniano, y que está buscando un pretexto para llevar a cabo una plena invasión en Ucrania.
El «premier», además, dio la bienvenida al anuncio este martes por el canciller alemán, Olaf Scholz, de que su país detiene la certificación del gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2, algo que calificó de «valiente paso».
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