China anunció rebajas a los intereses hipotecarios y a las cuotas de entrada necesarias para adquirir viviendas para fomentar el «desarrollo estable y saludable» de un sector inmobiliario sumido en una importante crisis desde hace más de dos años.
Las medidas, que entrarán en vigor el próximo 25 de septiembre, fueron anunciadas anoche en varios comunicados divulgados por el Banco Popular de China (BPC, banco central) y el nuevo regulador del sector financiero, la Administración Nacional de Regulación Financiera (NAFR).
Entre ellas, destacan una bajada hasta el 20 % de la entrada mínima que deben aportar aquellos que deseen adquirir su primera vivienda, y al 30 % para los que compren una segunda.
Además, para estos últimos se reducirá el suelo de interés hipotecario, que pasará de los actuales 60 puntos básicos por encima de los tipos de referencia del banco central (LPR) a 20, mientras que para los compradores de primera vivienda se mantendrá en 20 puntos básicos por debajo de la citada tasa.
«La reducción de las tasas de interés en préstamos hipotecarios existentes ahorrará gastos en pagos de intereses a los prestatarios, lo que ayudará a aumentar el consumo y la inversión», indicaron el BPC y la NAFR.
La semana pasada, las autoridades anunciaron medidas para aumentar el número de personas que pueden ser considerados compradores de primera vivienda, definición en la que los gobiernos locales podrán incluir también ahora a aquellos hogares en los que haya al menos un miembro que no tenga un inmueble a su nombre, sin tener en cuenta si la familia ya había solicitado una hipoteca con anterioridad.
El diario hongkonés South China Morning Post advierte hoy de que estas medidas podrían suponer todavía más presión para los grandes bancos estatales chinos, que ya están reduciendo las rentabilidades de sus depósitos para afrontar la situación actual.
Según un informe de ANZ del que se hace eco el citado diario, los bancos chinos recortarán tasas en 16 billones de yuanes (2.2 billones de dólares, 2 billones de euros) de hipotecas para primera vivienda, lo que ayudará a los hogares a ahorrarse hasta 109,000 millones de yuanes (15,014 millones de dólares, 13,846 millones de euros) en intereses.
Uno de los grandes factores de ralentización de la economía china es la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estimaba en torno a un 30 %, según algunos analistas.
Muchas empresas del sector comenzaron a presentar problemas de liquidez a 2021 tras las limitaciones impuestas por Pekín a su capacidad para financiarse vía apalancamiento, y la consiguiente desconfianza de los posibles compradores se tradujo en un frenazo del mercado y una bajada de precios preocupante debido a que la vivienda es uno de los principales vehículos de inversión de las familias chinas.
En el primer semestre, la inversión en promoción inmobiliaria cayó un 7.9 % tras bajar un 10 % el año pasado, mientras que las ventas comerciales de propiedades medidas por área de suelo descendió un 5.3 % tras desplomarse un 24.3 % en 2022.
Ante la coyuntura, el Gobierno ha anunciado diversas medidas de apoyo en los últimos meses, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras, a las que se ha marcado como objetivo prioritario la construcción y entrega de las promociones vendidas sobre plano.
Recientemente, las autoridades anunciaron que prolongarían el paquete de medidas de apoyo y prometieron «ajustar y optimizar» las medidas sobre el sector tras reconocer «importantes cambios» entre la oferta y la demanda en el sector inmobiliario.
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