Tras las acusaciones de los Estados Unidos y la orden a los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) de detener los embarques de azúcar no refinada y productos derivados procedentes de la empresa Central Romana, sus empleados afirman que continúan trabajando de manera normal.
Estados Unidos tomó la medida al alegar que se identificaron alrededor de cinco indicadores que demuestran que la empresa -que es de estadounidense- somete a sus empleados en República Dominicana a trabajo forzoso, según una investigación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los cortadores de caña residentes en los diversos bateyes que se encuentran bordeados por miles de hectáreas de cañaverales en La Romana, en el este del país, afirmaron no sentirse preocupados por el momento tras las acusaciones hechas desde los Estados Unidos, ya que el trabajo no ha cesado.
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