El contexto en que el gobierno se apresta a someter un proyecto de reforma fiscal es complicado desde el punto de vista económico, político y social, por lo que, en el actual escenario, si el presidente Luis Abinader logra bajar el nivel de hostilidad de los dirigentes políticos, podría considerarse ganancia.
Los partidos de oposición han advertido que no apoyarán nuevos impuestos. Socialmente el panorama es más difícil por el empeoramiento de algunos servicios básicos como la energía eléctrica, aumento de productos de la canasta básica, la inseguridad ciudadana y económicamente complicado por temas del alza del petróleo en el mercado internacional, que ha sido de un cien por ciento en el último año y, en el ámbito local, preocupación por el nivel de la deuda que supera el 67 % del PIB.
Además, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) no cuenta con los votos necesarios en ambas cámaras legislativas para aprobar una reforma fiscal, por lo que tendría que ocurrir una de dos cosas: o logra un acuerdo con uno de los dos principales partidos de oposición, el PLD o la FP; o los legisladores de… Seguir leyendo
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