Muchos lo tenían en mente sin atreverse a dar el paso. Pero el distanciamiento social impuesto por la pandemia cambió las cosas e hizo disparar las ventas de juguetes sexuales, integrándose con naturalidad en la vida íntima de solteros y parejas.
París, Sídney, Berlín, Tokio… Millones de personas compraron al menos un «sex-toy» desde el inicio de la epidemia del covid-19, según las marcas consultadas por la AFP.
Sofía*, soltera de 29 años, se decidió por primera vez a adquirir uno con el confinamiento de marzo de 2020 en Francia, pese a sus «prejuicios» y «barreras psicológicas».
«Cambié el chip», recuerda esta joven a la AFP. «Supe que era el buen momento, que entrábamos en un… Saber más
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