Desde que la sexualidad dejó de verse como un acto meramente reproductivo, se comenzaron a normalizar otras prácticas distintas a las del coito tradicional, o introducción del pene en la vagina, llegando a considerarse estas incluso hasta más satisfactorias para muchos, como es el caso del sexo oral y el sexo anal.
Aunque evidentemente todo el tema relacionado con el sexo envuelve mitos, estigmas y tabúes, cualquier otra práctica sexual distinta al coito que se realice con el objetivo de obtener placer para todos los involucrados es completamente saludable y el rechazo a las mismas se genera por el desconocimiento. Por esto, luego de una investigación te compartiremos los seis mitos más comunes sobre el sexo anal.
1. Si eres hombre y te gusta, ¿eres homosexual?
Falso. Que un hombre disfrute del sexo anal no lo hace homosexual, las prácticas relacionadas con esta zona no tienen que ir relacionadas con la orientación de una persona. ¿Por qué? Porque si bien es cierto que muchos hombres suelen mostrar interés por realizar esta práctica a las mujeres, lo hacen porque son solo ellos quienes penetran.
El ano es solo una zona erógena más, y en los hombres esta práctica estimula la próstata, es decir, el punto G masculino. Aunque existe una creencia de que esta práctica a los hombres heterosexuales los hace homosexuales, esto no es verdad y pensarlo así responde a un estereotipo cultural… Al igual que los senos, muchos expertos coinciden en que la estimulación anal debería considerarse como una práctica normal para todos los hombres, sea cual sea su orientación sexual.
2. El sexo anal es sucio
Falso. Esta creencia es adoptada por la cultura y en muchos casos son las mujeres heterosexuales quienes consideran eso y toman esta “excusa” para no experimentar esta práctica que las puede hacer sentir de una forma inimaginable. La clave está en educarse al respecto y, a la hora de atreverse, tomar las medidas higiénicas correctas para evitar cualquier desagrado, ¡es el ano! y al final del intestino recto pueden siempre quedar residuos de materia fecal.
3. Las mujeres no lo disfrutan
Falso. Aunque el cuerpo de la mujer no es igual que el del hombre y la vagina no es igual al ano, las mujeres también pueden disfrutar del sexo anal. Esta zona puede proporcionarle a la mujer sensaciones muy placenteras realizando la práctica de forma correcta y tomando en cuenta que no debe de ser la única zona estimulada en el proceso. Un estudio realizado en 2009 a partir de la National Survey of Sex and Behavior plantea que uno de los caminos seguros para el orgasmo femenino es el sexo anal. Este tema tabú tiene sus fuertes y sólo se puede conocer al experimentarlo.
4. Esta práctica afecta la salud
Falso. La práctica en sí no genera infecciones, desgarre o hemorragias. Las complicaciones de salud se generan cuando se realiza el sexo anal de forma incorrecta, sin la higiene necesaria, o sin utilizar un buen lubricante o preservativo; al igual que sucede con la penetración vaginal, si no se realiza con las medidas pertinentes la pareja puede llegar a presentar complicaciones, así que… suave y con cariño.
5. El sexo anal ancha el ano
Falso, falso, falso. Lo mismo sucede con la vagina, muchos creen que se pone más grande después de tener muchas relaciones sexuales y no es cierto; está comprobado que cuando llega la relajación todos los músculos vuelven a su tamaño original. Aunque es importante tomar en cuenta que el sexo anal se practica con cuidado, con higiene y con condón para garantizar todo lo antes planteado.
Be the first to comment